Una nariz artificial para detectar enfermedades

El desarrollo de una nariz artificial para detectar partículas volátiles presentes en determinadas enfermedades. En ese proyecto, al que han dado el nombre e-Nose, ponen su empeño varios científicos adscritos al Instituto de Investigación La Fe (IIS) y de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Esperan obtener un sistema electrónico que permita diagnosticar patologías a partir de la confirmación de la presencia de esas partículas volátiles en un determinado paciente.

Entre las patologías que se podrán detectar se encuentra la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn o el síndrome del intestino irritable. Todas patologías bastante frecuentes en la sociedad. Además, se trata de dolencias que hoy para ser detectadas requieren la aplicación de técnicas diagnósticas molestas para el paciente y, además, de un elevado coste para la sanidad pública. La colonoscopia es un ejemplo de ellas, como señala la doctora Pilar Nos, responsable del grupo de investigación de enfermedad inflamatoria del IIS La Fe.

La doctora Nos, junto con el grupo coordinado por el profesor José Pelegrí, del departamento de Ingeniería Electrónica de la UPV, esperan tener resultados avanzados «en un año», según la doctora, . Siguen trabajando, pero ello no significa que todavía no hayan alcanzado objetivos que les empujan a seguir adelante.

La clave de su trabajo se encuentra en el desarrollo de unos sensores electrónicos que «detectan metabolitos volátiles que se pueden encontrar en el aliento o en la materia fecal», explica la doctora.

Cuando esté completamente desarrollado, y si alcanzan las metas que se han marcado los investigadores, la utilización de la nariz artificial permitirá relacionar la presencia de las partículas volátiles con el padecimiento de alguna de las enfermedades mencionadas.

Explica la doctora Nos que están empeñados en conseguir un prototipo que resulte de «fácil manejo en la consulta». De esa manera en poco tiempo, se podrá disponer de valores de gran trascendencia para el diagnóstico, como el que puede ofrecer una prueba analítica de las que se practican ahora o el que se consigue mediante una endoscopia.

Los investigadores cuentan con un estudio preliminar a partir del uso de 32 elementos químicos que les permite disponer de numerosos ejemplos para poder establecer la relación que finalmente desencadene en el diagnóstico.

«Detección de gases»

Los productos químicos utilizados «son sensores en estado sólido. Su composición cuenta con óxido de metal». La presencia de este elemento posibilita la «detección de gases» dada su capacidad para incrementar la conductibilidad eléctrica «cuando el gas es absorbido por la superficie del sensor».

Además, el dispositivo incorporará un sensor de temperatura y de humedad. De esta manera se podrán determinar estas variables y así actuar para compensarlas de forma que no dificulten el diagnóstico de la enfermedad, según la información facilitada por el Instituto de Investigación del Hospital La Fe.

La doctora Nos recuerda que para llevar a cabo el trabajo han recibido una «beca de apoyo». La concesión de esta ayuda demuestra la trascendencia de un trabajo que supone la combinación de la alta tecnología con la actividad médica en el ámbito del tratamiento de enfermedades del aparato digestivo, que tienen una elevada prevalencia y, por tanto, consumen muchos recursos sanitarios.

Enlace a noticia: Las Provincias.