Un hombre recupera la vista con el implante de dos bombas lagrimales

23 de junio de 2014
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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La Fe devuelve la visión a una persona al que un transplante de médula provocó una sequedad extrema en los ojos

 

El equipo de Oftalmología del Hospital La Fe de Valencia ha implantado dos bombas lagrimales a un hombre de 40 años que perdió la visión en ambos ojos, lo que le ha permitido recuperar la vista, según informaron fuentes del centro hospitalario. La intervención, que duró cerca de seis horas, se llevó a cabo el pasado 24 de abril por un equipo de profesionales del Servicio de Oftalmología del Hospital La Fe de Valencia coordinados por el doctor Salvador García Delpech, y en estos momentos el paciente está dado de alta y asiste al hospital para las revisiones oportunas.

 

El paciente contrajo la Enfermedad Injerto contra Huésped (EICH) tras un trasplante de médula ósea, que le atacó a la glándula lagrimal provocando una sequedad extrema y la pérdida de visión en los dos ojos. En algunas ocasiones, esta sequedad puede solucionarse a través de tratamientos no agresivos mediante el suministro de gotas y corticoides, si bien un bajo porcentaje de pacientes con esta enfermedad necesita de un tratamiento más específico al presentar mayor gravedad y requerir incluso intervención quirúrgica.

 

El Servicio de Oftalmología del Hospital La Fe, que atiende a cerca de 500 casos de pacientes con problemas en la visión derivados de la EICH de los que el 10 % llegan a ser extremos ha aplicado por primera vez en Valencia esta técnica en oftalmología.

 

El paciente intervenido era uno de estos casos extremos, para quien la única salida terapéutica ha sido la implantación de dos bombas lagrimales-abdominales, una técnica que anteriormente solo se aplicaba para otro tipo de enfermedades que necesitan del suministro programado de medicamentos para paliar el dolor del enfermo.

 

Las bombas se programan con un mando a distancia, de forma que puede controlar en todo momento la frecuencia y la cantidad de lágrima que el paciente va a tener en cada ojo. Según el doctor García Delpech, adjunto del Servicio de Oftalmología de La Fe, esta técnica en oftalmología ha supuesto «un cambio en la vida» del paciente y «una solución» para un problema que no conseguían controlar.

 

La nueva técnica aplicada consiste en la colocación, mediante intervención quirúrgica, de dos dispositivos uno a cada lado del abdomen conectados a dos tubos que pasan por el tórax, cuello y parte trasera de la oreja, hasta llegar a la zona de la glándula lagrimal, situada en la parte posterior de la ceja. Las bombas lagrimales quedan programadas para que el paciente reciba la dosis necesaria y administran lágrima artificial al ojo, humedeciéndolo y permitiendo recuperar la vista.

 

Según el doctor García Delpech, el paciente «está muy contento», ya que debido a la sequedad extrema se le habían «perforado los dos ojos y había perdido la visión, teniendo que ser sometido a su vez a un trasplante de córnea. Ahora puede ver, se encuentra más alegre», y no ve problema en tener que acudir a rellenar los reservorios.

 

 

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