Robots que tiemblan, tosen, sangran y vomitan
Tose, sangra, llora, tiembla, respira, convulsiona, vomita, tiene pulso, permite que se le mida la presión arterial y el color de su piel puede cambiar. Está preparado para soportar cualquier enfermedad, incluso para superarla. Sin embargo, no padece. Si sintiera el dolor sería un enfermo más. Pero no lo es. Se trata de un robot que ofrece una fiel reproducción del aspecto humano.
Es un simulador de pacientes. El último grito en el campo de la formación sanitaria. Bien podría considerarse el paciente cero del nuevo Hospital La Fe de Valencia, el enfermo virtual sobre el que los médicos en periodo de formación se entrenarán para adquirir la destreza necesaria para situarse ante un enfermo de carne y hueso.Los modernos dispositivos reproducen las dimensiones de una persona. Actúan como los simuladores de vuelo que se utilizan para preparar a los pilotos. Y el centro sanitario del barrio de Malilla tiene muy claro que no puede prescindir de su ayuda.
De hecho, la intención de la nueva Fe es disponer de ‘maniquíes’ que reproduzcan cuerpos adultos y también de niños. En estos momentos se están llevando a cabo los estudios previos para adjudicar la adquisición de robots. Son los profesionales del centro sanitario los que valoran las opciones existentes.
Mediante un programa informático combinado con el robot, el instructor encargado de formar a los facultativos o enfermeros plantea al alumno un cuadro clínico determinado que se corresponde con la situación en la que puede encontrarse un paciente real.
Tose, sangra, llora, tiembla, respira, convulsiona, vomita, tiene pulso, permite que se le mida la presión arterial y el color de su piel puede cambiar. Está preparado para soportar cualquier enfermedad, incluso para superarla. Sin embargo, no padece. Si sintiera el dolor sería un enfermo más. Pero no lo es. Se trata de un robot que ofrece una fiel reproducción del aspecto humano.
Es un simulador de pacientes. El último grito en el campo de la formación sanitaria. Bien podría considerarse el paciente cero del nuevo Hospital La Fe de Valencia, el enfermo virtual sobre el que los médicos en periodo de formación se entrenarán para adquirir la destreza necesaria para situarse ante un enfermo de carne y hueso.Los modernos dispositivos reproducen las dimensiones de una persona. Actúan como los simuladores de vuelo que se utilizan para preparar a los pilotos. Y el centro sanitario del barrio de Malilla tiene muy claro que no puede prescindir de su ayuda.
De hecho, la intención de la nueva Fe es disponer de ‘maniquíes’ que reproduzcan cuerpos adultos y también de niños. En estos momentos se están llevando a cabo los estudios previos para adjudicar la adquisición de robots. Son los profesionales del centro sanitario los que valoran las opciones existentes.
Mediante un programa informático combinado con el robot, el instructor encargado de formar a los facultativos o enfermeros plantea al alumno un cuadro clínico determinado que se corresponde con la situación en la que puede encontrarse un paciente real.
Tose, sangra, llora, tiembla, respira, convulsiona, vomita, tiene pulso, permite que se le mida la presión arterial y el color de su piel puede cambiar. Está preparado para soportar cualquier enfermedad, incluso para superarla. Sin embargo, no padece. Si sintiera el dolor sería un enfermo más. Pero no lo es. Se trata de un robot que ofrece una fiel reproducción del aspecto humano.
Es un simulador de pacientes. El último grito en el campo de la formación sanitaria. Bien podría considerarse el paciente cero del nuevo Hospital La Fe de Valencia, el enfermo virtual sobre el que los médicos en periodo de formación se entrenarán para adquirir la destreza necesaria para situarse ante un enfermo de carne y hueso.Los modernos dispositivos reproducen las dimensiones de una persona. Actúan como los simuladores de vuelo que se utilizan para preparar a los pilotos. Y el centro sanitario del barrio de Malilla tiene muy claro que no puede prescindir de su ayuda.
De hecho, la intención de la nueva Fe es disponer de ‘maniquíes’ que reproduzcan cuerpos adultos y también de niños. En estos momentos se están llevando a cabo los estudios previos para adjudicar la adquisición de robots. Son los profesionales del centro sanitario los que valoran las opciones existentes.
Mediante un programa informático combinado con el robot, el instructor encargado de formar a los facultativos o enfermeros plantea al alumno un cuadro clínico determinado que se corresponde con la situación en la que puede encontrarse un paciente real.