La Agencia Espacial Europea abrirá el 28 junio en Valencia su centro para reparar satélites
El laboratorio que la Agencia Espacial Europea (ESA) va a abrir en Valencia, y desde el que se podrán garantizarán el funcionamiento de los componentes de los satélites, entrará en funcionamiento el próximo 28 de junio y tendrá su sede en la Ciudad Politécnica de Valencia.
Así lo ha acordado este martes el Consorcio Espacial Valenciano en su primera reunión desde que se constituyó el pasado mes de marzo, y que ha contado con la presencia del president de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo.
El laboratorio de efectos de alta potencia en componentes pasivos de radiofrecuencia para satélites contará inicialmente con 46 trabajadores, de los que 29 son investigadores y 15 técnicos de apoyo, que centrarán su labor en garantizar que los componentes de los satélites son aptos para funcionar en el espacio.
Contará inicialmente con 46 trabajadores, de los que 29 son investigadores y 15 técnicos de apoyo. El proyecto, que se prevé suponga una inversión de entre 13 y 15 millones de euros en los próximos 5 años e implique la creación de 800 empleos de alta cualificación, también incluye la prestación de servicios de asesoramiento técnico y la realización de estudios para el sector espacial.
La realización de programas de investigación y desarrollo en el campo de la tecnología espacial y el fomento de la formación continúa de profesionales y estudiantes son otras de las actuaciones que pretende desarrollar este centro, que convocará tres becas de nueve meses para ingenieros en comunicaciones de satélites.
El laboratorio que la Agencia Espacial Europea (ESA) va a abrir en Valencia, y desde el que se podrán garantizarán el funcionamiento de los componentes de los satélites, entrará en funcionamiento el próximo 28 de junio y tendrá su sede en la Ciudad Politécnica de Valencia.
Así lo ha acordado este martes el Consorcio Espacial Valenciano en su primera reunión desde que se constituyó el pasado mes de marzo, y que ha contado con la presencia del president de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo.
El laboratorio de efectos de alta potencia en componentes pasivos de radiofrecuencia para satélites contará inicialmente con 46 trabajadores, de los que 29 son investigadores y 15 técnicos de apoyo, que centrarán su labor en garantizar que los componentes de los satélites son aptos para funcionar en el espacio.
Contará inicialmente con 46 trabajadores, de los que 29 son investigadores y 15 técnicos de apoyo. El proyecto, que se prevé suponga una inversión de entre 13 y 15 millones de euros en los próximos 5 años e implique la creación de 800 empleos de alta cualificación, también incluye la prestación de servicios de asesoramiento técnico y la realización de estudios para el sector espacial.
La realización de programas de investigación y desarrollo en el campo de la tecnología espacial y el fomento de la formación continúa de profesionales y estudiantes son otras de las actuaciones que pretende desarrollar este centro, que convocará tres becas de nueve meses para ingenieros en comunicaciones de satélites.
El laboratorio que la Agencia Espacial Europea (ESA) va a abrir en Valencia, y desde el que se podrán garantizarán el funcionamiento de los componentes de los satélites, entrará en funcionamiento el próximo 28 de junio y tendrá su sede en la Ciudad Politécnica de Valencia.
Así lo ha acordado este martes el Consorcio Espacial Valenciano en su primera reunión desde que se constituyó el pasado mes de marzo, y que ha contado con la presencia del president de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo.
El laboratorio de efectos de alta potencia en componentes pasivos de radiofrecuencia para satélites contará inicialmente con 46 trabajadores, de los que 29 son investigadores y 15 técnicos de apoyo, que centrarán su labor en garantizar que los componentes de los satélites son aptos para funcionar en el espacio.
Contará inicialmente con 46 trabajadores, de los que 29 son investigadores y 15 técnicos de apoyo. El proyecto, que se prevé suponga una inversión de entre 13 y 15 millones de euros en los próximos 5 años e implique la creación de 800 empleos de alta cualificación, también incluye la prestación de servicios de asesoramiento técnico y la realización de estudios para el sector espacial.
La realización de programas de investigación y desarrollo en el campo de la tecnología espacial y el fomento de la formación continúa de profesionales y estudiantes son otras de las actuaciones que pretende desarrollar este centro, que convocará tres becas de nueve meses para ingenieros en comunicaciones de satélites.