Investigadores valencianos demuestran que el estrés oxidativo está presente en una de las enfermedades raras más frecuentes, el DAAT

6 de octubre de 2014
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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En España se calcula que hay más de un millón de portadores de déficit de alfa-1 antitripsina-DAAT

 

Es una de las tres enfermedades raras genéticas letales más frecuentes

 

Grupo de Investigación DATT de INCLIVA, en centro Dres. Amparo Escribano y Francisco Dasí

 

 

El Grupo de INCLIVA de enfermedades raras ha demostrado, por primera vez en seres humanos, que en los pacientes con déficit de alfa-1 antitripsina-DAAT, los niveles de determinados biomarcadores asociados al estrés oxidativo, tales como el agua oxigenada, están aumentados significativamente.

 

El estudio, liderado por los doctores Francisco Dasí, investigador del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA y Amparo Escribano, pediatra en el Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de Valencia, se ha publicado recientemente en la prestigiosa revista THORAX (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25028454).

 

El déficit de alfa-1 antitripsina-DAAT es una enfermedad rara, genética y hereditaria, consecuencia de una mutación en el gen SERPINA1 (14q32.1), el cual produce la alfa-1 antitripsina (AAT), una proteína que se sintetiza en el hígado, y que protege el tejido pulmonar de la inflamación ocasionada por las infecciones y los irritantes inhalados. Dependiendo de diversos factores genéticos y ambientales, el déficit de alfa-1 antitripsina-DA A T confiere predisposición a desarrollar enfisema pulmonar o cirrosis en adultos y distintas hepatopatías. en niños y adultos.

 

Grupo de Investigación DATT de INCLIVA

 

El defecto genético responsable afecta a 1 entre 3.000-5.000 personas y es, junto con la fibrosis quística y el síndrome de Down, una de las tres enfermedades genéticas letales más frecuentes. Se estima que en España pueden existir alrededor de más de un millón de portadores de la enfermedad, si bien únicamente están diagnosticados un 5% de todos los casos que se calcula que puede haber en España.

 

Explica el Dr. Dasí que “esta condición genética se transmite por “herencia mendeliana simple”, esto es mediante dos alelos, uno de cada progenitor, que los hijos reciben al 50%. Cuando uno de ellos transmite la condición existe un déficit parcial y, cuando son los dos progenitores quienes lo trasmiten, el déficit es más severo. Sólo en el caso de la alteración de los dos alelos se producen los casos más graves. Por esto, es muy importante para los pacientes con déficit de alfa-1 antitripsina-DAAT que se les realice un estudio genético familiar, ya que al ser una enfermedad genética y hereditaria esta puede ser transmitida de padres a hijos”.

 

Así los afectados se clasifican según su perfil de riesgo, bajo, medio y alto, lo que determinará los síntomas que padecerán a lo largo de la vida. La Dra. Amparo Escribano aclara que “la dificultad está en el alto grado de variabilidad que presenta la enfermedad en lo que se refiere a su sintomatología y evolución. Hasta ahora, los niveles sanguíneos de alfa-1 antitripsina-DAAT y el fenotipo no son suficientes para identificar a aquellos pacientes que desarrollarán daño pulmonar o hepático grave”.

 

Según el Dr. Dasí, “la investigación tuvo como objetivo analizar el papel del estrés oxidativo en niños con déficit de alfa-1 antitripsina-DAAT, con el fin de determinar, por un lado si los marcadores de estrés oxidativo se encuentran aumentados en los pacientes con DAAT, y por otro si la expresión de estos marcadores se correlaciona con el pronóstico de la enfermedad”. Para ello, los autores determinaron el perfil de estrés oxidativo en 99 niños, 51 de ellos con déficit de alfa-1 antitripsina-DAAT diagnosticado y 38 sujetos de control. Los resultados del estudio concluyen que en aquellos pacientes con mayor riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar o hepática los niveles de agua oxigenada en sangre se triplican con respecto a los pacientes con mejor pronóstico y a la población general.

 

Dasí informa que “la detección en sangre de estos niveles elevados de agua oxigenada podría convertirse en una nueva herramienta pronóstica, sencilla y económica, capaz de determinar de una manera precoz, antes de que la persona afectada presente sintomatología alguna, a aquellos pacientes que tienen mayor riesgo de tener una mala evolución de la enfermedad. La detección precoz del déficit ayudaría a frenar la evolución de la patología, ya que para estos pacientes es especialmente importante llevar hábitos de vida saludables como evitar el tabaquismo y no trabajar en ambientes contaminantes o con productos irritantes para el aparato respiratorio”.

 

La Dra. Escribano añade que “las conclusiones abren otra línea de investigación como es poder frenar la evolución de la enfermedad mediante terapias de antioxidantes que retrasen el proceso, ya que hoy en día el déficit de alfa-1 antitripsina-DAAT no tiene cura”.

 

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