
Investigadores de la Politécnica de Valencia y el CSIC desarrollan un nuevo método no invasivo para el control de la calidad de alimentos
A partir de unos modernos sensores basados en la aplicación de energía electromagnética, puede utilizarse para determinar la calidad y grado de frescura de la carne y controlar el proceso de salado y también en frutas para su deshidratación osmótica, así como para la determinación de su Índice de Madurez.
La nueva metodología desarrollada por los investigadores de la UPV y el CSIC permite conocer algunos parámetros de calidad específicos de los alimentos como son su propiedades físicas, químicas, composicionales, nutritivas y estructurales. Presenta numerosas ventajas frente a las técnicas tradicionales de control de calidad de alimentos, ya que aplica una técnica no destructiva, rápida y precisa y además, en función de cómo se diseñen los sensores, puede no necesitar contacto directo con el alimento.
A partir de unos modernos sensores basados en la aplicación de energía electromagnética, puede utilizarse para determinar la calidad y grado de frescura de la carne y controlar el proceso de salado y también en frutas para su deshidratación osmótica, así como para la determinación de su Índice de Madurez.
La nueva metodología desarrollada por los investigadores de la UPV y el CSIC permite conocer algunos parámetros de calidad específicos de los alimentos como son su propiedades físicas, químicas, composicionales, nutritivas y estructurales. Presenta numerosas ventajas frente a las técnicas tradicionales de control de calidad de alimentos, ya que aplica una técnica no destructiva, rápida y precisa y además, en función de cómo se diseñen los sensores, puede no necesitar contacto directo con el alimento.
A partir de unos modernos sensores basados en la aplicación de energía electromagnética, puede utilizarse para determinar la calidad y grado de frescura de la carne y controlar el proceso de salado y también en frutas para su deshidratación osmótica, así como para la determinación de su Índice de Madurez.
La nueva metodología desarrollada por los investigadores de la UPV y el CSIC permite conocer algunos parámetros de calidad específicos de los alimentos como son su propiedades físicas, químicas, composicionales, nutritivas y estructurales. Presenta numerosas ventajas frente a las técnicas tradicionales de control de calidad de alimentos, ya que aplica una técnica no destructiva, rápida y precisa y además, en función de cómo se diseñen los sensores, puede no necesitar contacto directo con el alimento.