El «Parc Científic» de la Universitat de Valencia ha generado ya más de mil puestos de trabajo directos
Un total de 23 empresas ya instaladas y 1.035 puestos de trabajo directos generados. Ese es el primer balance del «Parc Científic» de la Universitat de Valencia, según datos aportados ayer por el rector Francisco Tomás, quien visitó las nuevas instalaciones acompañado de vicerrector de Investigación, Esteban Morcillo, y del director del parque, Juan Antonio Raga.
El Parc Científic, vinculará la investigación universitaria y su potencial científico con el sistema productivo», según señaló el rector. En total son 200.000 metros cuadrados, de los que hasta el momento solo está utilizado un tercio, el espacio que ocupa la zona destinada a albergar oficinas, laboratorios e instalaciones científico-técnicas.
«Estamos ante un parque científico moderno» que tiene una estructura semejante a la de los modelos de parques americanos y de los países del norte de Europa, afirmó. El rector incidió en que el parque pretende situarse como un lugar «donde las empresas se nutran de ideas», gracias a una inversión de 50 millones de euros que han sido financiados con fondos de la Unión Europea y de los gobiernos nacional y autonómico.
Concretamente, 35 millones se ha destinado al área científico-técnica y 15 al desarrollo del área empresarial, aunque, «se necesitarán al menos otros 35 millones para completar el proyecto».
El parque científico está dividido en dos zonas fundamentales: una académica, con institutos y centros de investigación, y otra destinada a aquellas empresas que quieran ubicarse en las oficinas y recintos habilitados por el parque. Todas las empresas ubicadas en el parque pagan un alquiler, de acuerdo a unos contratos, por el hecho de utilizar las instalaciones, aunque según matizó Tomás, «el importe es el básico para sufragar los costes».
Un total de 23 empresas ya instaladas y 1.035 puestos de trabajo directos generados. Ese es el primer balance del «Parc Científic» de la Universitat de Valencia, según datos aportados ayer por el rector Francisco Tomás, quien visitó las nuevas instalaciones acompañado de vicerrector de Investigación, Esteban Morcillo, y del director del parque, Juan Antonio Raga.
El Parc Científic, vinculará la investigación universitaria y su potencial científico con el sistema productivo», según señaló el rector. En total son 200.000 metros cuadrados, de los que hasta el momento solo está utilizado un tercio, el espacio que ocupa la zona destinada a albergar oficinas, laboratorios e instalaciones científico-técnicas.
«Estamos ante un parque científico moderno» que tiene una estructura semejante a la de los modelos de parques americanos y de los países del norte de Europa, afirmó. El rector incidió en que el parque pretende situarse como un lugar «donde las empresas se nutran de ideas», gracias a una inversión de 50 millones de euros que han sido financiados con fondos de la Unión Europea y de los gobiernos nacional y autonómico.
Concretamente, 35 millones se ha destinado al área científico-técnica y 15 al desarrollo del área empresarial, aunque, «se necesitarán al menos otros 35 millones para completar el proyecto».
El parque científico está dividido en dos zonas fundamentales: una académica, con institutos y centros de investigación, y otra destinada a aquellas empresas que quieran ubicarse en las oficinas y recintos habilitados por el parque. Todas las empresas ubicadas en el parque pagan un alquiler, de acuerdo a unos contratos, por el hecho de utilizar las instalaciones, aunque según matizó Tomás, «el importe es el básico para sufragar los costes».
Un total de 23 empresas ya instaladas y 1.035 puestos de trabajo directos generados. Ese es el primer balance del «Parc Científic» de la Universitat de Valencia, según datos aportados ayer por el rector Francisco Tomás, quien visitó las nuevas instalaciones acompañado de vicerrector de Investigación, Esteban Morcillo, y del director del parque, Juan Antonio Raga.
El Parc Científic, vinculará la investigación universitaria y su potencial científico con el sistema productivo», según señaló el rector. En total son 200.000 metros cuadrados, de los que hasta el momento solo está utilizado un tercio, el espacio que ocupa la zona destinada a albergar oficinas, laboratorios e instalaciones científico-técnicas.
«Estamos ante un parque científico moderno» que tiene una estructura semejante a la de los modelos de parques americanos y de los países del norte de Europa, afirmó. El rector incidió en que el parque pretende situarse como un lugar «donde las empresas se nutran de ideas», gracias a una inversión de 50 millones de euros que han sido financiados con fondos de la Unión Europea y de los gobiernos nacional y autonómico.
Concretamente, 35 millones se ha destinado al área científico-técnica y 15 al desarrollo del área empresarial, aunque, «se necesitarán al menos otros 35 millones para completar el proyecto».
El parque científico está dividido en dos zonas fundamentales: una académica, con institutos y centros de investigación, y otra destinada a aquellas empresas que quieran ubicarse en las oficinas y recintos habilitados por el parque. Todas las empresas ubicadas en el parque pagan un alquiler, de acuerdo a unos contratos, por el hecho de utilizar las instalaciones, aunque según matizó Tomás, «el importe es el básico para sufragar los costes».