Desarrollan envases más económicos y eficientes mediante la nanotecnología

5 de mayo de 2009
CATEGORÍA:
Salud
COMPARTE:
TW - FB

 

Las nanopartículas aumentan el efecto barrera del envase y alargan la vida útil del alimento.

El Centro Tecnológico AINIA, en Valencia, España, trabaja en la actualidad en incorporar los últimos avances de la nanotecnología al envasado de productos. Sus objetivos son reducir costes en el envase y mejorar la eficiencia del mismo, incorporando al plástico nanopartículas que permiten aumentar el efecto barrera (obstaculizan el paso del oxígeno y, por lo tanto, el deterioro del alimento).

«La nanotecnología permite incorporar diversas propiedades a un mismo material, lo que posibilita reducir costos tanto en la cantidad de material utilizado en la fabricación de un envase, como la simplificación del proceso de producción del mismo, suponiendo un ahorro sustancial», explicó Carlos Enguix, responsable del departamento de Tecnologías del Envase de Ainia.

«Hemos conseguido incorporar al plástico unas nanopartículas (nanoarcillas) que le dan unas características muy especiales al material resultante, pues conseguimos aumentar el efecto barrera y por lo tanto alargar la vida útil del producto, a la vez que utilizar materiales menos costosos en la fabricación del envase», añadió.

Según el portal español Consumer, AINIA cuenta con una línea completa de extrusión de plásticos. Este equipo con el que se trabaja en la planta piloto de envases del centro permite fundir el material plástico con los aditivos que se incorporan (las nanoarcillas). Se obtiene así un film con unas dimensiones adecuadas al tipo de muestra de alimento requerida en lo relativo a permeabilidad, migración, propiedades mecánicas, etc. «A través del equipo de extrusión y los análisis de laboratorio se obtiene la formulación óptima con las mejores características para cada tipo de alimento y necesidades de envase», afirma AINIA. En la fase experimental del proyecto «se han obtenido resultados muy satisfactorios, ya que se ha conseguido hasta cuadruplicar la barrera inicial del material de envase objeto de estudio».

En una fase posterior las empresas demandantes de este servicio pueden llevar a cabo la fabricación a escala industrial de este tipo de materiales especiales para envases de alimentación en función de sus necesidades y productos. Ainia sostiene que esta tecnología se puede aplicar a numerosos sectores alimentarios en los que el envase que contiene el alimento juega un papel fundamental para su conservación y vida útil, como el cárnico, platos preparados, frutas y verduras, pescados, panes y bollería, entre otros.

 

Las nanopartículas aumentan el efecto barrera del envase y alargan la vida útil del alimento.

El Centro Tecnológico AINIA, en Valencia, España, trabaja en la actualidad en incorporar los últimos avances de la nanotecnología al envasado de productos. Sus objetivos son reducir costes en el envase y mejorar la eficiencia del mismo, incorporando al plástico nanopartículas que permiten aumentar el efecto barrera (obstaculizan el paso del oxígeno y, por lo tanto, el deterioro del alimento).

«La nanotecnología permite incorporar diversas propiedades a un mismo material, lo que posibilita reducir costos tanto en la cantidad de material utilizado en la fabricación de un envase, como la simplificación del proceso de producción del mismo, suponiendo un ahorro sustancial», explicó Carlos Enguix, responsable del departamento de Tecnologías del Envase de Ainia.

«Hemos conseguido incorporar al plástico unas nanopartículas (nanoarcillas) que le dan unas características muy especiales al material resultante, pues conseguimos aumentar el efecto barrera y por lo tanto alargar la vida útil del producto, a la vez que utilizar materiales menos costosos en la fabricación del envase», añadió.

Según el portal español Consumer, AINIA cuenta con una línea completa de extrusión de plásticos. Este equipo con el que se trabaja en la planta piloto de envases del centro permite fundir el material plástico con los aditivos que se incorporan (las nanoarcillas). Se obtiene así un film con unas dimensiones adecuadas al tipo de muestra de alimento requerida en lo relativo a permeabilidad, migración, propiedades mecánicas, etc. «A través del equipo de extrusión y los análisis de laboratorio se obtiene la formulación óptima con las mejores características para cada tipo de alimento y necesidades de envase», afirma AINIA. En la fase experimental del proyecto «se han obtenido resultados muy satisfactorios, ya que se ha conseguido hasta cuadruplicar la barrera inicial del material de envase objeto de estudio».

En una fase posterior las empresas demandantes de este servicio pueden llevar a cabo la fabricación a escala industrial de este tipo de materiales especiales para envases de alimentación en función de sus necesidades y productos. Ainia sostiene que esta tecnología se puede aplicar a numerosos sectores alimentarios en los que el envase que contiene el alimento juega un papel fundamental para su conservación y vida útil, como el cárnico, platos preparados, frutas y verduras, pescados, panes y bollería, entre otros.

Las nanopartículas aumentan el efecto barrera del envase y alargan la vida útil del alimento.

El Centro Tecnológico AINIA, en Valencia, España, trabaja en la actualidad en incorporar los últimos avances de la nanotecnología al envasado de productos. Sus objetivos son reducir costes en el envase y mejorar la eficiencia del mismo, incorporando al plástico nanopartículas que permiten aumentar el efecto barrera (obstaculizan el paso del oxígeno y, por lo tanto, el deterioro del alimento).

«La nanotecnología permite incorporar diversas propiedades a un mismo material, lo que posibilita reducir costos tanto en la cantidad de material utilizado en la fabricación de un envase, como la simplificación del proceso de producción del mismo, suponiendo un ahorro sustancial», explicó Carlos Enguix, responsable del departamento de Tecnologías del Envase de Ainia.

«Hemos conseguido incorporar al plástico unas nanopartículas (nanoarcillas) que le dan unas características muy especiales al material resultante, pues conseguimos aumentar el efecto barrera y por lo tanto alargar la vida útil del producto, a la vez que utilizar materiales menos costosos en la fabricación del envase», añadió.

Según el portal español Consumer, AINIA cuenta con una línea completa de extrusión de plásticos. Este equipo con el que se trabaja en la planta piloto de envases del centro permite fundir el material plástico con los aditivos que se incorporan (las nanoarcillas). Se obtiene así un film con unas dimensiones adecuadas al tipo de muestra de alimento requerida en lo relativo a permeabilidad, migración, propiedades mecánicas, etc. «A través del equipo de extrusión y los análisis de laboratorio se obtiene la formulación óptima con las mejores características para cada tipo de alimento y necesidades de envase», afirma AINIA. En la fase experimental del proyecto «se han obtenido resultados muy satisfactorios, ya que se ha conseguido hasta cuadruplicar la barrera inicial del material de envase objeto de estudio».

En una fase posterior las empresas demandantes de este servicio pueden llevar a cabo la fabricación a escala industrial de este tipo de materiales especiales para envases de alimentación en función de sus necesidades y productos. Ainia sostiene que esta tecnología se puede aplicar a numerosos sectores alimentarios en los que el envase que contiene el alimento juega un papel fundamental para su conservación y vida útil, como el cárnico, platos preparados, frutas y verduras, pescados, panes y bollería, entre otros.

COMPARTE:
TW - FB