Un estudio fija siete hipersectores tecnológicos para reorientar la política industrial

12 de mayo de 2009
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Salud
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Un estudio sobre tecnologías de futuro encargado por la Conselleria de Industria identifica siete «hipersectores» tecnológicos, entre ellos la energía y el hábitat, para reconvertir las capacidades actuales de la industria de la Comunitat Valenciana.

El análisis prospectivo «Tecnologías de futuro para la Comunitat Valenciana», en el que han participado 200 expertos, fija unas líneas estratégicas que pasan por la cooperación multisectorial, el valor añadido, la personalización de productos, la formación y el desarrollo de capacidades empresariales.

Esos objetivos tienen que «impregnar el día a día» el funcionamiento de las empresas a través de los «héroes empresariales» (empresarios), según ha manifestado el president de la Generalitat, Francisco Camps, durante la presentación del estudio.

El documento indica que los esfuerzos para mejorar la situación industrial de la Comunitat deben volcarse en otros sectores, no en la construcción como hasta ahora, y que las medidas propuestas deben tomarse de forma urgente para que los resultados se materialicen en un plazo de cinco o diez años, según ha explicado la directora general del Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (OPTI) -vinculado al Ministerio de Industria-, Ana Morato.

Los «hipersectores» o «megasectores», referidos a ramas de actividad que comparten el mismo cliente o utilizan el mismo conjunto de tecnologías, son el agroalimentario, energía y agua, hábitat, indumentaria, movilidad, procesos industriales y salud y calidad de vida.

Según los expertos, de forma adicional en la Comunitat existe potencial para desarrollar el sector aeroespacial, mientras que Camps ha hecho referencia al turismo y sus sectores ligados, sector que representa el 13% del PIB regional.

Camps ha afirmado que en los momentos complicados «hay que seguir divisando el horizonte por encima de los nubarrones», en referencia al estudio que, a su juicio, está disponible «en un momento acertado» y a partir de ahora hay que «desmenuzarlo y transferir» sus propuestas a los sectores productivos.

El presidente del Gobierno valenciano ha indicado, ante los principales representantes empresariales, que la Comunitat es «un territorio con posibilidades en el que, retocando algunas cuestiones y con el consorcio de los objetivos, podemos mejorar nuestras expectativas, y eso no se da en todos los territorios».

En opinión de la directora del OPTI, «la crisis afecta a todos pero en la Comunidad Valenciana hay un sustrato» procedente de la creación de una red de centros tecnológicos y de la transferencia del conocimiento de las universidades a las empresas, a lo que se añade su ubicación geográfica y la existencia de empresas importantes en sectores «clave y desarrollados».

La consellera de Industria, Belén Juste, ha explicado tras el acto que el estudio tecnológico no se encargó por la situación de crisis sino con el objetivo de replantearse la política industrial, y que representa «la hoja de ruta» de los sectores productivos.

Entre los «hipersectores» destacan el de la energía y agua, en el que la estrategia debe orientarse a la investigación de nuevos materiales para energía fotovoltaica e incorporar esta fuente de energía a la edificación, así como a la energía solar termoeléctrica y la producción de etanol a partir de residuos de cítricos.

En el campo del hábitat, se buscará la colaboración entre diferentes sectores de forma que ofrezcan un producto único, y en el agroalimentario se potenciará la biotecnología, la nutrigenómica, el desarrollo de alimentos funcionales y las aplicaciones de la nanotecnología.

Además, el sector de las tecnologías de la salud son el «gran sector económico del siglo XXI», según el informe, que apunta a la existencia de una base tecnológica y empresarial en la Comunitat como una ventaja para abordar su desarrollo con expectativas de éxito.

 

Un estudio sobre tecnologías de futuro encargado por la Conselleria de Industria identifica siete «hipersectores» tecnológicos, entre ellos la energía y el hábitat, para reconvertir las capacidades actuales de la industria de la Comunitat Valenciana.

El análisis prospectivo «Tecnologías de futuro para la Comunitat Valenciana», en el que han participado 200 expertos, fija unas líneas estratégicas que pasan por la cooperación multisectorial, el valor añadido, la personalización de productos, la formación y el desarrollo de capacidades empresariales.

Esos objetivos tienen que «impregnar el día a día» el funcionamiento de las empresas a través de los «héroes empresariales» (empresarios), según ha manifestado el president de la Generalitat, Francisco Camps, durante la presentación del estudio.

El documento indica que los esfuerzos para mejorar la situación industrial de la Comunitat deben volcarse en otros sectores, no en la construcción como hasta ahora, y que las medidas propuestas deben tomarse de forma urgente para que los resultados se materialicen en un plazo de cinco o diez años, según ha explicado la directora general del Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (OPTI) -vinculado al Ministerio de Industria-, Ana Morato.

Los «hipersectores» o «megasectores», referidos a ramas de actividad que comparten el mismo cliente o utilizan el mismo conjunto de tecnologías, son el agroalimentario, energía y agua, hábitat, indumentaria, movilidad, procesos industriales y salud y calidad de vida.

Según los expertos, de forma adicional en la Comunitat existe potencial para desarrollar el sector aeroespacial, mientras que Camps ha hecho referencia al turismo y sus sectores ligados, sector que representa el 13% del PIB regional.

Camps ha afirmado que en los momentos complicados «hay que seguir divisando el horizonte por encima de los nubarrones», en referencia al estudio que, a su juicio, está disponible «en un momento acertado» y a partir de ahora hay que «desmenuzarlo y transferir» sus propuestas a los sectores productivos.

El presidente del Gobierno valenciano ha indicado, ante los principales representantes empresariales, que la Comunitat es «un territorio con posibilidades en el que, retocando algunas cuestiones y con el consorcio de los objetivos, podemos mejorar nuestras expectativas, y eso no se da en todos los territorios».

En opinión de la directora del OPTI, «la crisis afecta a todos pero en la Comunidad Valenciana hay un sustrato» procedente de la creación de una red de centros tecnológicos y de la transferencia del conocimiento de las universidades a las empresas, a lo que se añade su ubicación geográfica y la existencia de empresas importantes en sectores «clave y desarrollados».

La consellera de Industria, Belén Juste, ha explicado tras el acto que el estudio tecnológico no se encargó por la situación de crisis sino con el objetivo de replantearse la política industrial, y que representa «la hoja de ruta» de los sectores productivos.

Entre los «hipersectores» destacan el de la energía y agua, en el que la estrategia debe orientarse a la investigación de nuevos materiales para energía fotovoltaica e incorporar esta fuente de energía a la edificación, así como a la energía solar termoeléctrica y la producción de etanol a partir de residuos de cítricos.

En el campo del hábitat, se buscará la colaboración entre diferentes sectores de forma que ofrezcan un producto único, y en el agroalimentario se potenciará la biotecnología, la nutrigenómica, el desarrollo de alimentos funcionales y las aplicaciones de la nanotecnología.

Además, el sector de las tecnologías de la salud son el «gran sector económico del siglo XXI», según el informe, que apunta a la existencia de una base tecnológica y empresarial en la Comunitat como una ventaja para abordar su desarrollo con expectativas de éxito.

Un estudio sobre tecnologías de futuro encargado por la Conselleria de Industria identifica siete «hipersectores» tecnológicos, entre ellos la energía y el hábitat, para reconvertir las capacidades actuales de la industria de la Comunitat Valenciana.

El análisis prospectivo «Tecnologías de futuro para la Comunitat Valenciana», en el que han participado 200 expertos, fija unas líneas estratégicas que pasan por la cooperación multisectorial, el valor añadido, la personalización de productos, la formación y el desarrollo de capacidades empresariales.

Esos objetivos tienen que «impregnar el día a día» el funcionamiento de las empresas a través de los «héroes empresariales» (empresarios), según ha manifestado el president de la Generalitat, Francisco Camps, durante la presentación del estudio.

El documento indica que los esfuerzos para mejorar la situación industrial de la Comunitat deben volcarse en otros sectores, no en la construcción como hasta ahora, y que las medidas propuestas deben tomarse de forma urgente para que los resultados se materialicen en un plazo de cinco o diez años, según ha explicado la directora general del Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (OPTI) -vinculado al Ministerio de Industria-, Ana Morato.

Los «hipersectores» o «megasectores», referidos a ramas de actividad que comparten el mismo cliente o utilizan el mismo conjunto de tecnologías, son el agroalimentario, energía y agua, hábitat, indumentaria, movilidad, procesos industriales y salud y calidad de vida.

Según los expertos, de forma adicional en la Comunitat existe potencial para desarrollar el sector aeroespacial, mientras que Camps ha hecho referencia al turismo y sus sectores ligados, sector que representa el 13% del PIB regional.

Camps ha afirmado que en los momentos complicados «hay que seguir divisando el horizonte por encima de los nubarrones», en referencia al estudio que, a su juicio, está disponible «en un momento acertado» y a partir de ahora hay que «desmenuzarlo y transferir» sus propuestas a los sectores productivos.

El presidente del Gobierno valenciano ha indicado, ante los principales representantes empresariales, que la Comunitat es «un territorio con posibilidades en el que, retocando algunas cuestiones y con el consorcio de los objetivos, podemos mejorar nuestras expectativas, y eso no se da en todos los territorios».

En opinión de la directora del OPTI, «la crisis afecta a todos pero en la Comunidad Valenciana hay un sustrato» procedente de la creación de una red de centros tecnológicos y de la transferencia del conocimiento de las universidades a las empresas, a lo que se añade su ubicación geográfica y la existencia de empresas importantes en sectores «clave y desarrollados».

La consellera de Industria, Belén Juste, ha explicado tras el acto que el estudio tecnológico no se encargó por la situación de crisis sino con el objetivo de replantearse la política industrial, y que representa «la hoja de ruta» de los sectores productivos.

Entre los «hipersectores» destacan el de la energía y agua, en el que la estrategia debe orientarse a la investigación de nuevos materiales para energía fotovoltaica e incorporar esta fuente de energía a la edificación, así como a la energía solar termoeléctrica y la producción de etanol a partir de residuos de cítricos.

En el campo del hábitat, se buscará la colaboración entre diferentes sectores de forma que ofrezcan un producto único, y en el agroalimentario se potenciará la biotecnología, la nutrigenómica, el desarrollo de alimentos funcionales y las aplicaciones de la nanotecnología.

Además, el sector de las tecnologías de la salud son el «gran sector económico del siglo XXI», según el informe, que apunta a la existencia de una base tecnológica y empresarial en la Comunitat como una ventaja para abordar su desarrollo con expectativas de éxito.

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