MDA

Somos un equipo de tres personas con capacidades complementarias: Pedro Mendoza, ingeniero agrónomo e inventor; Mercedes Herranz, bióloga y especialista en economía circular y mercados internacionales; y Antonio Palacián, economista y especialista en búsqueda de financiación y desarrollo estratégico.

¿QUÉ PROYECTO DESARROLLAMOS EN EL COL·LAB?

MDA es una mochila de microaspersión para un futuro sostenible, que funciona con cartuchos extraíbles, incluyendo un dosificador de mezcla independiente y desarrollada bajo patente propia. Esta solución ofrece más seguridad de uso ya que no es necesario manipular la preparación y no hay que hacer labores de limpieza. También tiene menos costes y riesgos de contaminación, pues regula la dosis, el producto no utilizado se conserva, mantiene el agua limpia y se guarda fácilmente. MDA también permite la conectividad del equipo para la mejora de su gestión.

MDA está dirigida tanto al mercado profesional en el que se necesita aplicar pulverizados mezclados con agua en actividades agrícolas y ganaderas, actividades de limpieza y desinfección industrial de carácter multisectorial y actividades de servicios como jardinería y zonas verdes urbanas, colectividades (residencias, colegios, hospitales), comunidades con amplias zonas de ocio, etc.

Esta mochila de aspersión también se dirige al mercado no profesional o do it yourself para personas que optan por un estilo de vida más sostenible y tienen acceso a pequeños espacios de cultivo. 

¿CUÁL ES EL OBJETIVO SOCIAL/URBANO QUE QUEREMOS CUMPLIR?

En primer lugar, MDA contribuye a satisfacer las demandas sociales de producción sostenible y consumo saludable en el ecosistema alimentario de Valencia, teniendo efectos muy positivos en la producción agroecológica, pues evita la contaminación del suelo y las aguas subterráneas por nitratos y otros herbicidas, que es uno de los problemas más graves para la economía y la salud de muchas familias. 

También tiene efectos muy beneficiosos en las pequeñas explotaciones urbanas y agrarias locales de proximidad, haciendo más rentable la aplicación y almacenaje de fertilizantes frenando, al mismo tiempo, la contaminación del agua, así como la pérdida de diversidad agraria en los territorios.