Los estudios de cáncer de mama y genética centrarán la nueva etapa del Príncipe Felipe
El Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia (CIPF) acaba de inaugurar una nueva etapa en la que va a tener mucho protagonismo la investigación sobre el cáncer de mama y la genética. En estos momentos el instituto científico está a la espera de una aportación de seis millones de euros procedentes del Consejo Europeo de Investigación, entidad dependiente de la UE dedicada a fomentar la investigación de excelencia, tal como confirmó la dirección del centro.
Son tres las líneas de investigación para las que se espera la financiación europea, dos millones por cada una de ellas y para un periodo de cinco años. Este paquete de iniciativas investigadoras tiene por objeto estudios de gran impacto social, dado que se van a abordar enfermedades con una elevada incidencia, como es el cáncer de mama. También porque se analizarán cuestiones relativas a la aplicación de novedosas terapias que apuntan hacia la medicina personalizada, lo que popularmente se conoce como medicina a la carta.
Uno de los proyectos, tal como explica la directora del CIPF, Isabel Muñoz, tiene por objeto «desarrollar nuevos tratamientos para casos de cáncer de mama». El objetivo que se persigue es conseguir terapias que actúen de forma localizada, «sólo en el punto donde se encuentran las células cancerígenas evitando los efectos secundarios en otros órganos del cuerpo».
La segunda línea que podría recibir ayuda europea se enmarca en el ámbito de la «medicina personalizada y computacional». Es un novedoso ámbito de investigación que se desenvuelve en el desarrollo de «herramientas informáticas para conocer el comportamiento de los genes». La ingeniería informática tiende una mano a la medicina para conseguir terapias personalizadas, basadas en las características individuales, en las condiciones genéticas que distinguen a unos pacientes de otros.
La genética vuelve a ser la clave de los programas que prevé desarrollar el CIPF. Otra de las líneas de investigación que está pendiente de la respuesta europea persigue conocer el «comportamiento del gen». La finalidad última de este tercera iniciativa científica es conocer «el funcionamiento celular en distintas enfermedades.
Otros objetivos
Otras líneas de investigación de las que se ocupará el centro, al margen de las que esperan la ayuda europea, serán la búsqueda de marcadores en los genes de las personas con predisposición para sufrir lupus. La investigación de las enfermedades raras, que ya anunció el anterior equipo directivo del centro, también se incluye en el programa de futuro.
Isabel Muñoz completa la enumeración de las iniciativas en marcha al mencionar que el laboratorio de Regeneración Neuronal «trabaja en lograr el rescate de la actividad motora tras una lesión medular traumática. Este grupo ha logrado hacer caminar mejor a ratas parapléjicas trasplantando células madre adultas procedentes de otros donantes».
Además de defender el desarrollo de estas líneas de investigación, el equipo al frente del instituto científico tiene también como objetivos «optimizar los servicios que se pueden ofrecer», tal como destacó su directora. Isabel Muñoz hace referencia con ello al interés por la búsqueda de líneas de colaboración con universidades para potenciar que las instituciones académicas puedan hacer uso de las instalaciones del CIPF y también que el instituto científico pueda disponer de servicios de aquellas. La directora defiende la importancia de «la colaboración de todos».
La autofinanciación de los proyectos, contando también con la posibilidad de financiación privada, es otra de las directrices para afrontar el futuro. Isabel Muñoz, que ha llegado al CIPF, tras una difícil etapa del centro, se muestra convencida de que «es muy posible sacar adelante el centro con los investigadores que tenemos». Entre sus apuestas insiste en señalar que uno de sus convencimientos es muy conveniente «acercar la investigación al ciudadano».