Las empresas derivadas (spin-off) permiten que ideas innovadoras y nuevas tecnologías surgidas en los laboratorios de las universidades se conviertan en empresas rentables

20 de febrero de 2013
CATEGORÍA:
Salud
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Año tras año, en el seno de nuestras universidades surgen ideas innovadoras que acaban convirtiéndose en empresas rentables. Según datos de la Red de Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (Red OTRI), desde 2000 hasta el año pasado se han creado en España alrededor de 1.100 spin-off universitarias.

 

 

En la actualidad estas empresas constituyen uno de los mecanismos más interesantes para la transferencia de tecnología y una ventana abierta al exterior que permite trasladar los resultados de los laboratorios de investigación al mercado. Entre las instituciones con una apuesta más firme en este campo se encuentra la Universitat Politècnica de València.

 

 

En las spin-off, se pone a disposición de la empresa tanto los resultados de una investigación como el talento y la capacidad de sus creadores. Es un modelo que contribuye a la creación de tejido económico innovador y basado en el conocimiento.

 

A estas empresas, unas participadas por esta institución y otras no, la Universitat Politècnica de València les ofrece la marca Spin-off UPV, que permite reconocerlas y diferenciarlas. Toda la gestión se lleva a cabo desde el Centro de Apoyo a la Innovación, la Investigación y la Transferencia de Tecnología (CTT) y el Instituto Ideas para la Creación y Desarrollo de Empresas.

 

 

Actualmente, la Universitat Politècnica de València participa en las empresas: Titania, Balmart, Das Phonotics, iPresas, Demanda Activa de Energía, Fentiss, AW Sensors y VLC Photonics.

Desde sus laboratorios, se trabaja en proyectos de lo más diverso: un sistema para buscar vida en Marte (Das Photonics), avanzados biosensores de alta resolución para la prevención y el diagnóstico en salud (AW Sensors), nuevos equipos de alto rendimiento para el sector aeroespacial (Fentiss) o circuitos fotónicos integrados para los chips del futuro (VLC Photonics).

 

 

También destacan un innovador sistema con el que se puede alcanzar un ahorro de hasta el 30% de la factura eléctrica (Demanda Activa de Energía); el Tirant 3, un robot móvil empleado para proyectar metal fundido en el interior de las tuberías de las centrales nucleares y solucionar los problemas producidos por la erosión y corrosión (Titania); una avanzada técnica para la prevención de incendios forestales (Balmart); o un software para garantizar la seguridad de las presas (iPresas).

Además, hay otras tres empresas reconocidas como spin-off, pero sin participación de la UPV, que explotan tecnología desarrollada en sus laboratorios. Se trata de Apeiron Medical, entre cuyos logros se encuentra, por ejemplo, Coolinside, un dispositivo que facilita la resección quirúrgica asistida por radiofrecuencia de tejidos blandos (hígado, riñón o páncreas) minimizando drásticamente la pérdida de sangre; AuroraSAT, que ha desarrollado un software que predice anomalías en los satélites de la Agencia Espacial Europea; e Ica2, que ofrece servicios de consultoría de innovación y aplicaciones en gestión del conocimiento.

 

 

Junto a estas empresas, 17 proyectos más están en proceso de convertirse en spin-offs de la Universitat Politècnica de València. Estas cifras no hacen sino reafirmar la importancia que esta institución académica otorga a su misión de transferencia de conocimiento y a su contribución para la regeneración del tejido socioeconómico de nuestro entorno.

 

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