La última tecnología para los corredores es valenciana

5 de febrero de 2014
CATEGORÍA:
Salud
COMPARTE:
TW - FB

 

El Instituto de Biomecánica desarrolla una máquina que mide el movimiento del tobillo y recomienda las zapatillas adecuadas para correr

 

Un sensor es el elemento básico del instrumento desarrollado por el IBV

Un sensor es el elemento básico del instrumento desarrollado por el IBV EMV

MÓNICA GARCÍA | VALENCIA Correr se ha convertido en el deporte por excelencia durante la crisis. Es bueno y barato. Las encuestas contabilizan sólo en España un total de 5 millones de aficionados a correr . Juan Carlos González, director de innovación de mercados del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), lo tiene claro.«El running es una tendencia en alza y hay que aprovechar el tirón», asegura.

 

Con ese objetivo ha desarrollado junto con un equipo de unos doce investigadores y comerciales de IBV un sistema que analiza la pisada en 3D para que los corredores acierten en la compra de las zapatillas. Se trata de Runalytics, una máquina con una cámara que utiliza la tecnología de la realidad aumentada para registrar la biomecánica de la carrera con un alto grado de precisión. Se centra en el movimiento del tobillo durante el deporte para determinar la interacción del corredor con la zapatilla, determina el ángulo entre el tobillo y el gemelo y aconseja el tipo de zapatillas que mejor se acoplan a cada patrón.

 

Según el IBV la efectividad de los resultados es del 95%. «Es como tener un pequeño laboratorio en la tienda de deportes sólo se necesita poner una pieza cuadradita en cada parte y que el cliente dé unos pasos. En menos de cinco minutos la máquina te da un resultado objetivo», asegura González. Este último punto es, según afirma, la innovación que diferencia este sistema de cualquier otro. «Hay varios equipos que utilizan una cámara de vídeo, graban los pasos y es el dependiente el que tiene que analizar los resultados, pero Runalytics es el primero que cualifica la biomecánica objetivamente», aclara.

 

La idea se les ocurrió precisamente por este motivo. González explica como después de muchos años trabajando con la mecánica del calzado pensaron que a pesar de que en las tiendas de zapatillas hay muy buenos profesionales atendiendo al cliente «les hacia falta una herramienta objetiva». Ya la tienen, el reto ahora es comercializarla.

 

Para ello han empezado por participar en la feria Internacional ISPO de deporte en Munich que tuvo lugar durante esta semana. Su objetivo era buscar distribuidores de todo el mundo, sobre todo en los tres principales mercados del running: Europa, Japón y Estados Unidos. «En la feria hemos conseguido contactar con Alemania, Suiza, Austria y Japón, que es el paradigma de la fiebre del ´footing´ y la tecnología, pero cruzar el charco hacia el Atlántico no nos ha salido bien de momento, ese será nuestro objetivo durante el primer plazo, afianzar estas tres potencias comerciales». Lo que más les ha sorprendido durante la feria es el interés que Rusia y Ucrania han mostrado en el producto. «No nos lo esperábamos, pero nos han dicho que los rusos se han sumado a esta práctica y nos interesa como potencia emergente con millones de habitantes», describe González.

 

Lamenta que en estos momentos no se puede pensar en España como un mercado prioritario. «A nivel nacional ha despertado mucho interés pero no se ha traducido en ventas. Las tiendas se piensan mucho invertir en nuevos productos porque la situación es difícil». Aconseja que «cualquier empresa de base tecnológica tiene que pensar de manera global, pensar sólo en el mercado nacional es un error». Todavía no conocen el volumen de ventas pero González cree que han empezado bien. «La mayoría de lesiones al correr se producen por no llevar un calzado adecuado, creo que el producto mejorará esta experiencia y puede reducir daños leves», concluye.

 

 

 

 

COMPARTE:
TW - FB