La Comisión Europea firma un acuerdo para disipar dudas sobre las etiquetas inteligentes

12 de abril de 2011
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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El uso de etiquetas inteligentes ha aumentado considerablemente -en Europa existen aproximadamente mil millones- pero aún suscitan inquietud en cuanto a sus repercusiones en la protección de datos e intimidad. Por este motivo, la Comisión ha firmado un acuerdo con diversos agentes institucionales, sociales y empresariales para establecer directrices que permitan afrontar las consecuencias del uso de estas etiquetas.

Las etiquetas RFID (dispositivos de identificación por radiofrecuencia) se encuentran en teléfonos móviles, ordenadores, frigoríficos, libros electrónicos y coches ofrecen numerosas ventajas potenciales a las empresas, los servicios públicos y los consumidores. Entre estas podrían citarse la mejora de la fiabilidad de los productos, la eficiencia energética y los procesos de reciclado. Un ejemplo característico es el pago de peajes sin tener que detenerse en las cabinas lo que conlleva a la reducción de la huella ecológica de los productos y servicios.

Noticia completa.

 

El uso de etiquetas inteligentes ha aumentado considerablemente -en Europa existen aproximadamente mil millones- pero aún suscitan inquietud en cuanto a sus repercusiones en la protección de datos e intimidad. Por este motivo, la Comisión ha firmado un acuerdo con diversos agentes institucionales, sociales y empresariales para establecer directrices que permitan afrontar las consecuencias del uso de estas etiquetas.

Las etiquetas RFID (dispositivos de identificación por radiofrecuencia) se encuentran en teléfonos móviles, ordenadores, frigoríficos, libros electrónicos y coches ofrecen numerosas ventajas potenciales a las empresas, los servicios públicos y los consumidores. Entre estas podrían citarse la mejora de la fiabilidad de los productos, la eficiencia energética y los procesos de reciclado. Un ejemplo característico es el pago de peajes sin tener que detenerse en las cabinas lo que conlleva a la reducción de la huella ecológica de los productos y servicios.

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El uso de etiquetas inteligentes ha aumentado considerablemente -en Europa existen aproximadamente mil millones- pero aún suscitan inquietud en cuanto a sus repercusiones en la protección de datos e intimidad. Por este motivo, la Comisión ha firmado un acuerdo con diversos agentes institucionales, sociales y empresariales para establecer directrices que permitan afrontar las consecuencias del uso de estas etiquetas.

Las etiquetas RFID (dispositivos de identificación por radiofrecuencia) se encuentran en teléfonos móviles, ordenadores, frigoríficos, libros electrónicos y coches ofrecen numerosas ventajas potenciales a las empresas, los servicios públicos y los consumidores. Entre estas podrían citarse la mejora de la fiabilidad de los productos, la eficiencia energética y los procesos de reciclado. Un ejemplo característico es el pago de peajes sin tener que detenerse en las cabinas lo que conlleva a la reducción de la huella ecológica de los productos y servicios.

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