La Comisión Europea financia con 150 millones veinte proyectos de investigación en las TIC para diversas enfermedades

8 de julio de 2013
CATEGORÍA:
Salud
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La Comisión Europea va a financiar con 150 millones de euros veinte nuevos proyectos de investigación en el área de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que se espera que proporcionen nuevos conocimientos e innovaciones en el ámbito de las lesiones cerebrales traumáticas, los trastornos mentales, el dolor, la epilepsia y los trastornos pediátricos de conducta.

 

«El tratamiento de los afectados de enfermedades cerebrales cuesta actualmente a nuestro sistema sanitario 1,5 millones de euros cada minuto. La investigación sobre el cerebro puede contribuir a aliviar el sufrimiento de millones de pacientes y de sus cuidadores. Los nuevos descubrimientos sobre el funcionamiento del cerebro podrían también traducirse en numerosos servicios y productos innovadores para nuestras economías», ha comentado la comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn.

 

En concreto, el proyecto ‘CONTRAST’ trata de reducir la brecha existente entre la rehabilitación institucional y la supervisión del paciente con ictus en el hogar y tiene como objetivo desarrollar una «interfaz humano-ordenador» (HCI) para mejorar el funcionamiento cognitivo, ofreciendo módulos formativos que mejoren la recuperación de la atención y la memoria. De esta forma, los pacientes podrán seguir procesos de rehabilitación adaptados a sus necesidades individuales en su casa y a través de su ordenador, mientras que el médico facilitará capacitación en el hogar y supervisará su progreso desde la clínica.

 

Asimismo, esta iniciativa se va a centrar también en mejorar el proceso de rehabilitación de pacientes aquejados de esta enfermedad que presenten síntomas de «apraxia y síndrome de desorganización de las acciones». Estos pacientes conservan sus habilidades motrices, pero cometen errores cognitivos al realizar tareas orientadas al cumplimiento de objetivos cotidianos.

 

Por otra parte, el proyecto ‘Cupid’ está enfocado en los pacientes con Parkinson y pretende desarrollar un programa de rehabilitación en el hogar innovador y personalizado para pacientes que sufran dicha enfermedad, en función de las necesidades que presenten. Para ello, empleará sensores integrados en la vestimenta, ‘audio biofeedback’, realidad virtual y señales externas para proporcionar capacitación motivacional intensiva que se ajuste a las circunstancias del paciente y para su supervisión a distancia, lo que reduce la necesidad de desplazarse a un centro de rehabilitación.

 

Asimismo, el proyecto ‘ARMOR’ se ha centrado en el diseño de un sistema de supervisión más global, personalizado y eficaz desde el punto de vista médico, que permita analizar los datos cerebrales y físicos de los pacientes con epilepsia. Este sistema, portátil, permitirá la realización de análisis más precisos de los casos específicos de cada paciente y mejorará el conocimiento y la predicción de la duración y el tipo de crisis, lo que servirá para dar aviso y garantizar la disponibilidad de la asistencia y el asesoramiento médicos que resulten necesarios.

 

Otro de los proyectos que va a financiar la Comisión Europea es el llamado ‘TIME’, que tiene como objetivo el desarrollo de un tratamiento alternativo para el dolor del miembro fantasma basado en una nueva ‘interfaz humano-máquina’ y la estimulación eléctrica selectiva de nervios periféricos. Mediante el uso de un electrodo implantable alojado dentro del nervio y simuladores eléctricos ubicados fuera del cuerpo, el sistema proporcionará microestimulación eléctrica para ayudar a reducir las sensaciones de dolor. Incluso puede incluir otras aplicaciones como permitir que las personas amputadas puedan sentir entornos virtuales a través del tacto.

 

OTRAS INICIATIVAS FINANCIADAS

 

Ahora bien, el potencial de estas técnicas no se reduce a la supervisión, el diagnóstico y la gestión de afecciones crónicas. En este sentido, el proyecto ‘OPTONEURO’ podría ayudar en última instancia a devolver la visión funcional a personas invidentes.

 

Y es que, la ‘optogenética’ constituye una estimulante y novedosa técnica de terapia genética que logra que las células nerviosas sean sensibles a determinados colores de la luz. Esta técnica consiste en aplicar simples pulsos de luz intensa que hacen que las células nerviosas fotosensibilizadas disparen ‘potenciales de acción’, los encargados de transportar la información por el sistema nervioso.

 

Sin embargo, para que se activen estas células nerviosas, la nueva terapia necesita altas densidades de iluminación, es decir, la irradiación de luz brillante sobre áreas muy pequeñas.

 

Por ello, el proyecto ‘OPTONEURO’ se centra en desarrollar los elementos optoelectrónicos complementarios que resultan necesarios para estimular estas neuronas fotosensibilizadas. El sistema podría utilizarse también en aplicaciones de investigación neurocientífica básica y de ‘neuroprótesis’. Principalmente, la optoelectrónica se utilizaría en una futura prótesis retiniana optogenética-optoelectrónica para aquellas personas que sean invidentes como consecuencia de la retinosis pigmentosa.

 

El proyecto cuenta con un equipo formado por especialistas en fotónica, microóptica y neurobiología encargado de la creación de diversos dispositivos de tecnología ‘micro-LED’ ultrabrillantes controlados electrónicamente, y que también podrían ser utilizados por profesionales de la neurociencia y la neurotecnología como nueva herramienta de investigación.

 

En línea con este último proyecto se ha creado el proyecto ‘SEEBETTER’, cuyo cometido se centra en la búsqueda de prótesis de visión artificial para invidentes. Los sensores de imágenes convencionales presentan limitaciones importantes, aunque se han diseñado sensores de visión de ‘retina de silicio’ para reproducir el procesamiento de información de la retina biológica, que computa aspectos espaciales y temporales de la información visual. Por el momento, estas retinas de silicio presentan una eficiencia de detección reducida y no permiten combinar el procesamiento espacial y temporal en el mismo chip.

 

El equipo de expertos de SEEBETTER pretende utilizar técnicas genéticas y fisiológicas para entender mejor el funcionamiento de la retina y establecer el modelo del procesamiento de la visión en dicho órgano. Posteriormente, diseñarán y crearán la primera retina de silicio de alto rendimiento, implantada en un único disco también de silicio, y especialmente confeccionada para el procesamiento visual tanto espacial como temporal.

 

Otro de los proyectos es ‘RENVISION’, que tiene como objetivo desentrañar cómo la retina codifica la información visual a través de las distintas capas celulares, un conocimiento que se aplicaría al desarrollo de un método computacional inspirado en la retina para la visión artificial.

 

El uso de un microscopio 3D de alta resolución permitirá a los investigadores obtener imágenes de las capas internas de la retina con una resolución casi celular. Este nuevo conocimiento sobre el procesamiento retiniano permitirá crear tecnologías avanzadas de reconocimiento de patrones y aprendizaje automático. Por ello, el proyecto podría resolver algunas de las cuestiones más complicadas de la visión computacional -la categorización automática de situaciones y el reconocimiento de acciones humanas-, permitiendo así que tanto robots como ordenadores puedan ver y percibir lo que está sucediendo en las imágenes que reciben.

 

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