Investigadores de la Universitat y de la Politénica desarrollan un nuevo sensor que detecta rápidamente y de forma sencilla monóxido de carbono

9 de julio de 2010
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
COMPARTE:
TW - FB

 

Investigadores del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) –centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universitat de València- han desarrollado un nuevo sensor colorimétrico que permite detectar de forma rápida, precisa y sencilla monóxido de carbono. La investigación es portada del último número de la revista Angewandte Chemie.

El monóxido de carbono (CO) es extremadamente peligroso, ya que es incoloro, inodoro, insípido y tóxico en pequeñas concentraciones y sólo puede detectarse con sensores. Tal y como explican desde el IDM, este gas se produce por la combustión incompleta de combustibles como gasolina, carbón, madera, etc. en aparatos como calderas, calentadores de agua, hornillos de cocina, etc. Puede provocar la muerte si se respira en concentraciones altas sin que el afectado se de cuenta, provocando lo que se conoce como «muerte dulce».»Si se respira en concentraciones altas, el monóxido de carbono puede provocar, en pocos minutos, la muerte por envenenamiento. Cada año un gran número de personas pierde la vida accidentalmente debido a ello. Por ejemplo, sólo en Estados Unidos se producen 15000 accidentes con este gas, de los que 500 acaban resultado fatales», añade Ramón Martínez-Máñez, investigador y director del Instituto IDM.

El sistema desarrollado desde los laboratorios del IDM usa moléculas que contienen átomos de rodio. La interacción de estos metales con la molécula de monóxido de carbono origina un cambio de color –del violeta original a un tono amarillo-anaranjado– observable a simple vista incluso a concentraciones relativamente bajas de CO.

Noticia completa.

 

Investigadores del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) –centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universitat de València- han desarrollado un nuevo sensor colorimétrico que permite detectar de forma rápida, precisa y sencilla monóxido de carbono. La investigación es portada del último número de la revista Angewandte Chemie.

El monóxido de carbono (CO) es extremadamente peligroso, ya que es incoloro, inodoro, insípido y tóxico en pequeñas concentraciones y sólo puede detectarse con sensores. Tal y como explican desde el IDM, este gas se produce por la combustión incompleta de combustibles como gasolina, carbón, madera, etc. en aparatos como calderas, calentadores de agua, hornillos de cocina, etc. Puede provocar la muerte si se respira en concentraciones altas sin que el afectado se de cuenta, provocando lo que se conoce como «muerte dulce».»Si se respira en concentraciones altas, el monóxido de carbono puede provocar, en pocos minutos, la muerte por envenenamiento. Cada año un gran número de personas pierde la vida accidentalmente debido a ello. Por ejemplo, sólo en Estados Unidos se producen 15000 accidentes con este gas, de los que 500 acaban resultado fatales», añade Ramón Martínez-Máñez, investigador y director del Instituto IDM.

El sistema desarrollado desde los laboratorios del IDM usa moléculas que contienen átomos de rodio. La interacción de estos metales con la molécula de monóxido de carbono origina un cambio de color –del violeta original a un tono amarillo-anaranjado– observable a simple vista incluso a concentraciones relativamente bajas de CO.

Noticia completa.

Investigadores del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) –centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universitat de València- han desarrollado un nuevo sensor colorimétrico que permite detectar de forma rápida, precisa y sencilla monóxido de carbono. La investigación es portada del último número de la revista Angewandte Chemie.

El monóxido de carbono (CO) es extremadamente peligroso, ya que es incoloro, inodoro, insípido y tóxico en pequeñas concentraciones y sólo puede detectarse con sensores. Tal y como explican desde el IDM, este gas se produce por la combustión incompleta de combustibles como gasolina, carbón, madera, etc. en aparatos como calderas, calentadores de agua, hornillos de cocina, etc. Puede provocar la muerte si se respira en concentraciones altas sin que el afectado se de cuenta, provocando lo que se conoce como «muerte dulce».»Si se respira en concentraciones altas, el monóxido de carbono puede provocar, en pocos minutos, la muerte por envenenamiento. Cada año un gran número de personas pierde la vida accidentalmente debido a ello. Por ejemplo, sólo en Estados Unidos se producen 15000 accidentes con este gas, de los que 500 acaban resultado fatales», añade Ramón Martínez-Máñez, investigador y director del Instituto IDM.

El sistema desarrollado desde los laboratorios del IDM usa moléculas que contienen átomos de rodio. La interacción de estos metales con la molécula de monóxido de carbono origina un cambio de color –del violeta original a un tono amarillo-anaranjado– observable a simple vista incluso a concentraciones relativamente bajas de CO.

Noticia completa.

COMPARTE:
TW - FB