Investigación | Perros que huelen el cáncer

30 de marzo de 2016
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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Las bondades de los perros son muchas. Como animal es de compañía son los preferidos, no tienen competencia. Pero hay más. Su capacidad para advertir de un daño, para detectar la presencia de armas, explosivos o drogas son sólo algunos ejemplos de la ayuda que pueden prestar. A ello se une la aptitud para colaborar con los científicos que investigan el cáncer. El olfato de los canes, con un umbral de detección cien millones mayor que el humano, es capaz de detectar sustancias que si están presentes en la orina humana pueden ayudar a diagnosticar cáncer de próstata y de vejiga. El Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS) se ha puesto manos a la obra en una investigación para desarrollar un método diagnóstico de detección del cáncer de próstata más específico y menos invasivo que los que existen en la actualidad. Y para ello contará con la cooperación de los perros.

 

El estudio que va a desarrollar el centro científico valenciano ha sido seleccionado por la Asociación Española Contra el Cáncer como Proyecto Singular, según la información facilitada por el IIS. Uno de los objetivos que persiguen los investigadores es evitar biopsias innecesarias ante el alto alto porcentaje de falsos positivos en ante un cáncer, el de próstata, que supone la segunda causa más común de cáncer y la primera de muerte entre los varones en el ámbito mundial.

 

Los científicos parten de la constatación de que «las células cancerosas presentan alteraciones genéticas que modifican los compuestos que son liberados a diferentes biofluidos como puede ser la orina», destacan desde el IS. Conocida esa realidad, el siguiente paso para hacer frente a la enfermedad es identificar los compuestos diferenciales liberados entre las células normales y las tumorales. Y en ese punto la intervención de los perros se convierte en fundamental: «Si son capaces de detectar estas diferencias y señalizarlas, podrían ayudarnos a encontrar biomarcadores tumorales mediante técnicas de análisis metabolómico específicas como la resonancia magnética nuclear», explica el doctor Ruíz Cerdá, director del grupo de investigación. El can estará adiestrado para diferenciar con su olfato si hay indicadores de células cancerosas.

 

La posibilidad de contar con estos animales para la tarea investigadora la descubrió la comunidad científica cuando un perro detectó un melanoma maligno «olisqueando la pierna de su amo». Ese fue el primer kilómetro recorrido en la carrera cubierta por diversos estudios que han conseguido describir «cómo perros adiestrados son capaces de detectar cánceres de pulmón, vejiga, o de mama olfateando orinas». De hecho, el estudio de La Fe, con una duración de unos dos años, se «centrará en la señalización de muestras de orina con cáncer de próstata mediante perros entrenados, dada su conocida capacidad de detección de sustancias a concentraciones extremadamente bajas». Pero el trabajo se ampliará con el análisis de esa muestra mediante técnicas de resonancia magnética nuclear para identificar y caracterizar los compuestos presentes en las orinas de pacientes con cáncer de próstata.

 

Diagnóstico


El doctor Ruíz Cerdá puntualiza que no se pretende «instaurar la utilización de perros en la práctica clínica diaria, pero si profundizar en la investigación de esta cualidad de los canes». Los expertos consideran que esa cualidad podría servir de ayuda en el diagnóstico del cáncer de próstata siempre combinado con un análisis mediante técnicas analíticas avanzadas como la metabolómica o la RMN disponibles entre los recursos hospitalarios.

 

El grupo de investigadores dirigidos por el doctor Ruiz Cerdá está centrado en la búsqueda de biomarcadores tumorales tanto del cáncer de próstata como del de vejiga. El proyecto se lleva a cabo en colaboración con la Asociación de Cáncer en Personas y Detección Olfativa Canina (CDOC), el doctor Guillermo Quintás de la Unidad Analítica del IIS La Fe y la doctora Ana Costero del grupo de investigación IDM de la Universitat de València.

 

El IIS destaca que el proyecto surge de la necesidad de mejorar los sistemas actuales de detección, ya que aunque el test de PSA (Protatic Specific Antigen) ha incrementado la localización de casos, requiere «mayor precisión, ya que detecta tanto el cáncer de próstata como otras patologías no malignas, por lo que obliga a los pacientes a someterse a biopsias, un procedimiento invasivo y con un bajo nivel de precisión».

 

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