El sector citrícola desarrolla transgénicos que mejoran un 20 % la producción

25 de junio de 2012
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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La investigación del IRTA y el IVIA permitirá mejorar el rendimiento de clemenules y navelates

 

J. L. Z. VALENCIA

La crisis de precios que vienen sufriendo los productores citrícolas durante la últimas campañas obliga a una gestión cada vez más eficaz de las explotaciones con técnicas de cultivo que ayuden a reducir costes y mejorar las cosechas. En ese sentido, las líneas de trabajo que desarrollan los principales institutos de investigación del sector agrario en España acentúan los planes de adaptación agronómica de injertos modificados genéticamente y que permiten aumentar hasta un 20 % la producción de algunas variedades de cítricos en tierras del Ebro. Así lo constata una línea de trabajo llevada a cabo por el Institut de Recerca i Tecnología Agroalimentàries (IRTA) de la Generalitat de Catalunya en colaboración con el Institut Valencià d’Investigacions Agràries (IVIA).

Según los informes realizados por técnicos de ambos centros, un estudio sobre injertos de clemenules y navelates -dos de las variedades de mandarinas y naranjas más comercializadas en el mercado- la obtención de estos nuevos transgénicos se dirigen al control del crecimiento del árbol, de la producción y del peso de la misma. También se ha llevado a cabo un control de la calidad del fruto (porcentaje de zumo, acidez, azucares y maduración).

El patrón modificado genéticamente que mejora resultados es fruto de una línea de investigación del denominado Forner-Alcaide (F&A) número 5. La investigación, que comenzó en el año 2000 y ha empezado a dar ahora resultados, se llevó a cabo con dos patrones más también procedentes del instituto valenciano IVIA, el F&A 13 y el F&A 418. Este importante estudio, coordinado por el técnico del instituto catalán de investigaciones agrarias Joaquim Pastor, forma parte del trabajo sobre Adaptación agronómica de pies y variedades de cítricos.

En medio del debate social sobre las plantas transgénicas y la biotecnología aplicada en técnicas agrarias, este trabajo realizado sobre injertos de clemenules y navelates «podrá permitir en un futuro reducir los costes de producción, ya que disminuyen gastos en poda, recolección y tratamientos fitosanitarios», según aseguran fuentes del IRTA. La decisión para adaptar estas nuevas variedades naranjeras también «permitirán adaptarse a las exigentes cada vez más elevadas de los mercados, que reclaman más calidad y diversificación de las frutas y otros tipos de cultivos.

El desarrollo de cítricos trangénicos también se aplica a la obtención de plantas más resistentes a las plagas. Un equipo de investigadores de la Universidad de Texas (EE UU) acaba de desarrollar cítricos genéticamente modificados inmunes a plagas que reverdecen la fruta y causan grandes pérdidas a los productores de las principales áreas productoras del mundo, sobre todo de América y Asia.

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