El Laboratorio de Valoración Funcional del IBV optimiza los recursos sanitarios en el campo de la rehabilitación

14 de abril de 2009
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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La transferencia de esta tecnología permite la mejora de los servicios asistenciales y la promoción de la calidad de vida y el bienestar social

En los últimos años la valoración funcional se ha convertido en una alternativa al método clínico tradicional de evaluación de la discapacidad. Esta disciplina destaca porque analiza de manera global aspectos de la persona relacionadas con su condición física, social, emocional y conductual.

La actividad que el IBV realiza en este ámbito persigue impulsar y dinamizar el desarrollo científico y tecnológico en el estudio de las funciones humanas y su relación con las enfermedades que afectan al sistema músculo-esquelético.

La transferencia del conocimiento generado por el IBV en este ámbito se ha materializado con el apoyo del IMPIVA a través del Laboratorio de Valoración Funcional, el cual se postula como una herramienta de especial relevancia para la optimización de los recursos sanitarios, la mejora de los servicios asistenciales y la promoción de la calidad de vida y el bienestar social.

Las actividades científicas que realiza el Instituto de la Red IMPIVA para desarrollar aplicaciones para la valoración funcional, han permitido analizar en laboratorio una amplia variedad de problemas asociados al estudio de los movimientos humanos en la realización de actividades de la vida diaria.

El impacto social y económico que supone la valoración funcional en los ámbitos de la evaluación del daño corporal y la rehabilitación, y, sobre todo, la necesidad de objetivar y homogenizar criterios ha provocado un incremento significativo en el uso de estas técnicas por parte de los profesionales implicados (médicos especialistas, fisioterapeutas, mutuas, etc.).

Con la finalidad de hacer frente a esta demanda, el IBV ha desarrollado un modelo propio de transferencia de conocimiento como es el Laboratorio de Valoración Funcional.

El laboratorio está compuesto por un conjunto de instrumentos de medida, procedimientos y criterios biomecánicos que permiten el registro, el análisis, la interpretación y, finalmente, la valoración de la funcionalidad de las personas cuando desarrollan determinadas actividades de la vida diaria; caminar, sentarse y levantarse, manipular objetos, etc.

Este laboratorio está constituido por diferentes aplicaciones que permiten valorar, entre otros, las presiones plantares, los baremos para la valoración de la discapacidad y de la dependencia, la marcha, el equilibrio y su rehabilitación y también valorar lumbalgias o cervicalgias.

 

 

La transferencia de esta tecnología permite la mejora de los servicios asistenciales y la promoción de la calidad de vida y el bienestar social

En los últimos años la valoración funcional se ha convertido en una alternativa al método clínico tradicional de evaluación de la discapacidad. Esta disciplina destaca porque analiza de manera global aspectos de la persona relacionadas con su condición física, social, emocional y conductual.

La actividad que el IBV realiza en este ámbito persigue impulsar y dinamizar el desarrollo científico y tecnológico en el estudio de las funciones humanas y su relación con las enfermedades que afectan al sistema músculo-esquelético.

La transferencia del conocimiento generado por el IBV en este ámbito se ha materializado con el apoyo del IMPIVA a través del Laboratorio de Valoración Funcional, el cual se postula como una herramienta de especial relevancia para la optimización de los recursos sanitarios, la mejora de los servicios asistenciales y la promoción de la calidad de vida y el bienestar social.

Las actividades científicas que realiza el Instituto de la Red IMPIVA para desarrollar aplicaciones para la valoración funcional, han permitido analizar en laboratorio una amplia variedad de problemas asociados al estudio de los movimientos humanos en la realización de actividades de la vida diaria.

El impacto social y económico que supone la valoración funcional en los ámbitos de la evaluación del daño corporal y la rehabilitación, y, sobre todo, la necesidad de objetivar y homogenizar criterios ha provocado un incremento significativo en el uso de estas técnicas por parte de los profesionales implicados (médicos especialistas, fisioterapeutas, mutuas, etc.).

Con la finalidad de hacer frente a esta demanda, el IBV ha desarrollado un modelo propio de transferencia de conocimiento como es el Laboratorio de Valoración Funcional.

El laboratorio está compuesto por un conjunto de instrumentos de medida, procedimientos y criterios biomecánicos que permiten el registro, el análisis, la interpretación y, finalmente, la valoración de la funcionalidad de las personas cuando desarrollan determinadas actividades de la vida diaria; caminar, sentarse y levantarse, manipular objetos, etc.

Este laboratorio está constituido por diferentes aplicaciones que permiten valorar, entre otros, las presiones plantares, los baremos para la valoración de la discapacidad y de la dependencia, la marcha, el equilibrio y su rehabilitación y también valorar lumbalgias o cervicalgias.

La transferencia de esta tecnología permite la mejora de los servicios asistenciales y la promoción de la calidad de vida y el bienestar social

En los últimos años la valoración funcional se ha convertido en una alternativa al método clínico tradicional de evaluación de la discapacidad. Esta disciplina destaca porque analiza de manera global aspectos de la persona relacionadas con su condición física, social, emocional y conductual.

La actividad que el IBV realiza en este ámbito persigue impulsar y dinamizar el desarrollo científico y tecnológico en el estudio de las funciones humanas y su relación con las enfermedades que afectan al sistema músculo-esquelético.

La transferencia del conocimiento generado por el IBV en este ámbito se ha materializado con el apoyo del IMPIVA a través del Laboratorio de Valoración Funcional, el cual se postula como una herramienta de especial relevancia para la optimización de los recursos sanitarios, la mejora de los servicios asistenciales y la promoción de la calidad de vida y el bienestar social.

Las actividades científicas que realiza el Instituto de la Red IMPIVA para desarrollar aplicaciones para la valoración funcional, han permitido analizar en laboratorio una amplia variedad de problemas asociados al estudio de los movimientos humanos en la realización de actividades de la vida diaria.

El impacto social y económico que supone la valoración funcional en los ámbitos de la evaluación del daño corporal y la rehabilitación, y, sobre todo, la necesidad de objetivar y homogenizar criterios ha provocado un incremento significativo en el uso de estas técnicas por parte de los profesionales implicados (médicos especialistas, fisioterapeutas, mutuas, etc.).

Con la finalidad de hacer frente a esta demanda, el IBV ha desarrollado un modelo propio de transferencia de conocimiento como es el Laboratorio de Valoración Funcional.

El laboratorio está compuesto por un conjunto de instrumentos de medida, procedimientos y criterios biomecánicos que permiten el registro, el análisis, la interpretación y, finalmente, la valoración de la funcionalidad de las personas cuando desarrollan determinadas actividades de la vida diaria; caminar, sentarse y levantarse, manipular objetos, etc.

Este laboratorio está constituido por diferentes aplicaciones que permiten valorar, entre otros, las presiones plantares, los baremos para la valoración de la discapacidad y de la dependencia, la marcha, el equilibrio y su rehabilitación y también valorar lumbalgias o cervicalgias.

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