El Hospital General aplica una terapia de infusión continua por sonda para frenar el Párkinson

5 de septiembre de 2014
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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La Comunitat Valenciana registra más de 11.000 casos de personas que padecen la enfermedad de Párkinson

 

El 10% de los pacientes diagnosticados presentan la enfermedad en estado avanzado

 

El tratamiento permite mejorar los síntomas, motores y no motores, de la enfermedad

 

 

El Servicio de Neurología del área de Neurociencias del Hospital General de Valencia ha iniciado con éxito la aplicación del nuevo tratamiento de terapia intraduodenal a un paciente del centro, que padece la enfermedad de Párkinson en estado avanzado.

 

El tratamiento consiste en la administración de un fármaco denominado levosopa-carbidopa a través de infusión continua por sonda intra-duodenal. Así la sustancia puede liberarse sin interrupción y pautada de modo personalizado para cada paciente. Por su formulación en gel, este medicamento consigue una mayor estabilidad del paciente al reducir los síntomas, motores y no motores, de la enfermedad, lo que se traduce en una mejora de su calidad de vida y una ganancia en su autonomía.

 

La aplicación de este tratamiento se hace en coordinación con un equipo de profesionales de las áreas de Neurología, Digestivo y de Enfermería ya que la instauración de la sonda precisa de la técnica de gastrostomía endoscópica percutánea –PEG- y la aplicación del tratamiento de un control por parte de enfermería.

 

En la actualidad el 10% de los pacientes diagnosticados con Párkinson presentan la enfermedad en estado avanzado. A esta fase llegan cuando no responden adecuadamente a los fármacos orales disponibles y sufren gran discapacidad, llegando a padecer trastornos de comportamiento, cognitivos o alteraciones del equilibrio y la marcha.

 

A medida que la enfermedad de Parkinson evoluciona, el paciente pierde autonomía, haciéndose cada vez más dependiente y generando una sobrecarga en el cuidador, que acaba viéndose obligado a abandonar otras actividades de su vida. En estos estadios –señala Jerónimo Sancho, jefe del área de Neurociancias del Hospital General de Valencia- los beneficios que aportan los tratamientos avanzados al paciente influyen positivamente en la calidad de vida de sus cuidadores, ya que mejora autonomía del paciente.

 

La enfermedad de Parkinson


La Enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central que afecta el área encargada de coordinar la actividad y tono muscular y los movimientos. Se estima que afecta a 150.000 personas en España, -cerca de 11.000 en la Comunitat-, y se prevé que vaya en aumento como consecuencia del envejecimiento progresivo de la población. Esta alteración neurodegenerativa, la segunda más frecuente, es de causa desconocida y de curso crónico y progresivo.

 

La EP se manifiesta cuando unas células en el área del cerebro denominada “sustancia negra”, dejan de funcionar y mueren. Estas células son las responsables de producir una sustancia llamada dopamina. La dopamina es un neurotransmisor, o mensajero químico, que transmite la información a las zonas del cerebro que controlan el movimiento y la coordinación. En los pacientes con EP, las células productoras de dopamina comienzan a morir, lo que provoca la reducción del neurotransmisor en determinadas estructuras cerebrales y tiene como consecuencia la aparición de síntomas motores (temblor, rigidez, lentitud del movimiento…) y no motores (depresión, ansiedad, problemas de sueño, trastornos digestivos etc).

 

A medida que la enfermedad progresa, los fármacos convencionales pierden eficacia, haciéndose necesario el empleo de terapias avanzadas (estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico, o infusiones continuas de levodopa o apomorfina). Los beneficios que aportan estas terapias al paciente influyen positivamente en su calidad de vida, al mejorar los síntomas de la enfermedad y reducir los efectos secundarios de la medicación oral.

 

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