El CIPF estudia nuevas vías de abordar las enfermedades cardiovasculares

3 de octubre de 2012
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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  • El objetivo es explorar el potencial endógeno de los propios tejidos para recuperarse ante una lesión
  • El Laboratorio de Regeneración y Reparación Vascular cuenta con cuatro líneas de investigación enfocadas a la patología cardiovascular
  • El Laboratorio de Regeneración y Reparación Cardiovascular del Centro de Investigación Príncipe Felipe está orientado a la búsqueda de nuevos tratamientos para las enfermedades cardiovasculares.

 

Este laboratorio dirigido por el científico Antonio Díez cuenta con cuatro líneas de investigación que exploran el potencial endógeno de reparación de los tejidos. Como apunta el Dr. Díez, “el propósito es encontrar en los propios mecanismos moleculares de la enfermedad cardiovascular, la fórmula para regenerar los daños ocasionados por la patología”.

 

El envejecimiento como detonante de problemas cardíacos


De esta forma, el CIPF cuenta con una línea centrada en el estudio de los mecanismos moleculares de la microvasculatura asociados al envejecimiento. La microvasculatura es la red de vasos sanguíneos que se extiende dentro de los tejidos, y que permite el aporte de oxígeno y nutrientes. Durante el envejecimiento normal, esta microvasculatura va perdiendo funcionalidad y causa múltiples problemas como el aumento de la presión arterial, problemas cognitivos, musculares y otros signos habituales del envejecimiento.

 

En este contexto, los científicos del CIPF se proponen aislar muestras de tejido microvascular, estudiar los cambios genéticos que tienen lugar y establecer una comparación entre el tejido joven y el envejecido. “Estos estudios tienen una enorme relevancia en el campo de la salud pública y el envejecimiento saludable, y el objetivo es encontrar dianas terapéuticas para hacer frente a las consecuencias del envejecimiento y poder mejorar la calidad de vida de la población”, afirma Díez.

 

La cicatrización del corazón en infartos

 

Otra de las líneas de investigación del CIPF está enfocada al estudio de los mecanismos de cicatrización del corazón tras un infarto de miocardio. Según evidencias clínicas, cuando ocurre un infarto, en el corazón se genera una cicatriz o parche fibroso en lugar de formarse nuevo tejido muscular. Los investigadores del CIPF han aislado células madre cardíacas y han descubierto que las células madre del corazón son las responsables de esta rápida cicatrización de la zona dañada; y que desempeñan un papel muy limitado en la generación de nuevos cardiomiocitos (células propias del tejido cardíaco).

 

Como explica el Dr. Díez, “la rápida cicatrización es un aspecto muy positivo de los infartos de miocardio, y nuestro objetivo es averiguar los mecanismos que hay detrás de ella para mejorar y potenciar el proceso de cicatrización”.

 

El gas sulfhídrico y la supervivencia de las células cardíacas

 

Otra de línea de trabajo del CIPF se centra en el papel que desempeña el llamado “gas sulfhídrico” en los infartos de miocardio. Este gas ejerce funciones esenciales en el organismo humano, y protege a los cardiomiocitos de la muerte por ausencia de nutrientes.

 

En los infartos no sólo se produce una ausencia de oxígeno en las células, sino también de nutrientes, ya que no llega glucosa al tejido. Los investigadores del CIPF han descubierto que este gas es capaz de “hibernar” las células cardíacas y permitirles mantenerse con vida en ausencia de nutrientes. Esta línea de trabajo trata de profundizar en cómo actúa este gas y cuáles son sus mecanismos, con el fin de potenciarlos.

 

Patologías causantes de la conocida como muerte súbita


Por último, el laboratorio de Regeneración y Reparación Cardiovascular del CIPF junto con el equipo del Dr. Brugada de la Clínica Girona, estudia las bases moleculares de patologías causantes de la conocida como “Muerte Súbita”. En concreto, los científicos desarrollan una línea de trabajo centrada en la “Miocardiopatía o Displasia Arritmogénica del Ventrículo Derecho” (MAVD), una mutación genética que conlleva una degeneración del corazón, y que está catalogada como una de las principales causas de la muerte súbita en deportistas de élite.

 

Como consecuencia de esta mutación, los cardiomiocitos (células del corazón) adquieren las propiedades del adipocito (células de la grasa), y debido a la acumulación de grasa y a la lipotoxicidad, los cardiomicitos finalmente mueren, con la consiguiente degeneración del tejido cardíaco.

 

La finalidad del estudio es encontrar un diagnóstico precoz y terapias para revertir esta patología que provoca la muerte súbita durante la realización de ejercicio físico. Para conseguirlo, el laboratorio trabaja en distintos proyectos que contemplan cultivos celulares, modelos animales y células de pacientes.

 

Como expone el Dr. Díez, “todos los estudios del laboratorio están dirigidos a regenerar o reparar corazones infartados a partir de mecanismos presentes en los propios tejidos con el objetivo de conseguir mejorar la calidad de vida de pacientes de enfermedades cardiovasculares”.

 

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