Congreso Europeo | Los factores genéticos suponen el 60 % del riesgo de ser alcohólico

14 de septiembre de 2015
CATEGORÍA:
Salud y Bienestar
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Los investigadores Sebastian Mueller y Mark Schuckit debaten en el Congreso de Investigación del Alcoholismo de Valencia la relación entre ADN, consumo y cáncer

 

El decimoquinto Congreso de la Sociedad Europea para la Investigación Biomédica sobre Alcoholismo que desde el pasado sábado se celebra en Valencia, trató ayer a través de diversas conferencias, simposios y mesas redondas sobre las consecuencias del abuso de alcohol en adolescentes o sobre los avances en el uso de fármacos para tratamiento de dependientes. Dos de los expertos cuya intervención era más esperada por los asistentes fueron el doctor Sebastian Mueller, de la universidad alemana de Heidelberg y uno de los mayores expertos del mundo en la investigación de la relación entre el alcohol y el cáncer; y el doctor norteamericano Mark Schuckit, especialista en adicciones y en la relación entre genética y alcoholismo. Ambos investigadores pusieron ayer en común ante Levante-EMV la relación del alcoholismo y el desarrollo de enfermedades, con «factores internos» como son los genes, y «externos» que tienen que ver con los hábitos de consumo y los modos de vida.

 

Así, según explicó ayer Sebastian Mueller, las investigaciones realizadas en los últimos años han sacado a la luz la evidente relación entre el consumo de alcohol y el desarrollo del cáncer de mama y de colon.«Hemos descubierto diferentes mecanismos de por qué si los genes reciben alcohol se desarrolla el cáncer. Y hemos aprendido que, aunque el alcohol no es el responsable directo, el acetaldehído en el que se convierte sí contribuye al desarrollo de la enfermedad». Según explica el investigador, está demostrado, por ejemplo, que sólo el consumo de diez gramos diarios de alcohol (entre uno y dos vasos de vino o una cerveza de cuarto, según el Ministerio de Sanidad) ya aumenta el riesgo de cáncer de mama.

 

Otra conexión entre el consumo de alcohol y el cáncer se produce a través del hierro, un elemento «indispensable para funciones fisiológicas» pero que, según Mueller, ante «cantidades excesivas de etanol ese hierro puede ser muy agresivo en el colón o en el hígado, y también participa en la formación de radicales libres que aumenta el daño. El hierro acumulado está presente en el 50 % de pacientes que desarrollan una enfermedad del hígado o páncreas».

 

La importancia del ambiente

 

Ante las consecuencias «exteriores» del consumo excesivo de alcohol expuestas por Sebastian Mueller, el investigador norteamericano Mark Schuckit revela la importancia de la herencia genética en el alcoholismo. «El 60 % del riesgo de alcoholismo es genético y, además, los problemas que se desarrollan en alcohólicos también tiene influencia genética „explica el profesor de psiquiatría„. Por ejemplo, sólo alrededor del 20 % de los alcohólicos desarrollan una cirrosis o hepatología alcohólica. Y la cuestión es saber por qué no todos los alcohólicos desarrollan estas enfermedades y es porque probablemente muchos genes contribuyen a eso».

 

Pero el otro 40 % „es decir, el factor ambiental„ también es importante. «Los alcohólicos son bebedores con problemas por una fuerte influencia genética, pero el ambiente es igualmente importante. Tu heredas la genética, pero esta cuenta con un envoltorio „la alimentación, estrés, sitio en el que vivas…„ que también influye. Puedes tener ese gen que heredarás un alcoholismo o una hepatopatía, pero si el ambiente es bueno no tienes por qué desarrollarlo», subraya Schuckit.

 

Sobre la importancia del factor ambiental, ayer el investigador norteamericano hacía énfasis en los beneficios del «patrón de consumo mediterráneo» frente al «patrón anglosajón» al que un día antes hizo referencia la investigadora española Consuelo Guerri para remarcar los peligros del botellón. «Gente con un historial familiar de alcohólicos tiene un riesgo menor de desarrollar alcoholismo con el patrón mediterráneo (es decir, bebiendo alcohol mientras se come). El ambiente influye en la genética. Desde hace unos años hemos estudiado un cambio en el estilo de beber de los universitarios norteamericanos, que está haciendo malo especialmente para gente con una tendencia a beber mucho.

 

Así pues, la genética es determinante tanto en el alcoholismo como en el desarrollo enfermedades asociadas, pero sacar a la luz esa herencia genética también depende mucho del modo de vida. Y en eso, la ciencia, según explica Sebastian Mueller, también puede ayudar. «Desde hace unos diez años tenemos nuevas tecnologías que permiten en cinco minutos escanear a través del ADN tu riesgo de desarrollar este problema hepático importante „señala el investigador alemán„. De esta forma, se pueden evitar un cincuenta por ciento de los casos de cirrosis. Así pues, es fácil saber si tú perteneces a este grupo de riesgo y ya es tu decisión si quieres continuar en él o no».

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