Informe de evaluación de la Consulta Ciudadana de Inversiones en Barrios

La Consulta Ciudadana de Inversiones en Barrios es una política pública de participación ciudadana. Se trata de una iniciativa piloto, surgida e impulsada desde la concejalía de Participación del Ayuntamiento de Valencia, cuyo procedimiento se ha puesto en marcha entre le noviembre de 2015 y marzo de 2016. Se trata, en términos generales, de un mecanismo de participación ciudadana regulada que permite a las vecinas y vecinos de la ciudad de Valencia involucrarse en la toma de decisiones respecto a la ejecución del presupuesto municipal destinado a realizar inversiones en barrios. A través de la Consulta se busca aproximar a las vecinas y vecinos a la gestión pública desde la corresponsabilidad entendiendo, además, que el conocimiento de la ciudadanía con respecto al entorno en el que vive, es imprescindible para mejorar la vida de sus barrios.

Los criterios de evaluación utilizados son los que establece el Observatorio Internacional de Democracia Participativa y se distribuyen en cinco grandes bloques relativos a (1) la coordinación del proceso, (2) a quienes participan, respecto a (3) sobre qué se participa, a (4) cómo se participa y en relación a las (5) consecuencias y resultados del proceso.

Como resultado del análisis de la información recopilada se emiten un total de 21 conclusiones en virtud de las cuales se elevan una serie de propuestas de mejora. Así, en términos generales, el informe concluye que pese a haberse detectado errores en las fases de diseño y de ejecución del proceso, la idea general de la Consulta es adecuada puesto que busca cumplir con las máximas que plantea Font en tanto que busca apoyar de forma simultánea varias estrategias complementarias: (1) Reforzar el sector asociativo, (2) Buscar la participación del ciudadano no organizado y (3) Potenciar un cambio hacia una cultura participativa.

En ese sentido, las 13 recomendaciones realizadas se centran en la búsqueda de una mayor participación e implicación ciudadana así como en tratar de buscar una fórmula que permita compatibilizar un proceso deliberativo con un proceso de votación abierta que dote de una mayor significación al proceso y en el que se dé un mayor protagonismo a los diferentes actores que de forma natural han de verse implicados.